lunes, 29 de abril de 2013

Papiro de Birmania

"Ya había pasado algún mes desde la definitiva muerte del moribundo Joe Pontevedra, pero sabía que su alma inmortal siempre vagaría por las ahora frías y oscuras calles de Birmania, por eso aquel 29 de abril decidí pasarme por aquel lugar para recordar aquella atmosfera familiar de mi país natal y contarle alguna cosa al viejo Joe, al viejo Yo, al que también fue Napalm, etc..."

-Vayamos directos al centro del asunto, no necesitamos largas presentaciones, pues nuestra telepatía es perfecta como si nuestras mentes estuviesen fundidas en un mecanismo común.

-Dime, alter-ego sin nombre,
 hombre de la nada, Vagabundo del Dharma,
 qué vivencias puede tener
 el que nada tiene teniendo todo
 y que flota en pensamientos
 y respira sensaciones
cuan espíritu puro.

-Como de costumbre, he estado reflexionando sobre las mismas cosas y hoy en concreto hubo un hecho particular que encendió la mecha de una cadena de pensamientos lagorta, esto es: larga y corta a la vez, ya sabes que me gusta tanto como a ti inventar palabras cuando las existentes no se aproximan nada al significado real, pues la cadena no era ni larga ni corta. Pero vayamos al grano joder, que é pra hoxe.

 Estaba en clase, sería la hora de geografía concretamente. Algunos alumnos atendían (3%?); otros hablaban de vesches superficiales y fiestas, cotilleos, etc...; y otros hablaban de videojuegos y de vídeos de internet. Pero hay cierto chaval en mi clase (que aquí se llamará Alekon) que hacía lo mismo que hacía yo... Él miraba por la ventana, pensativo y a la vez absorto por un árbol, el árbol que yo mismo miraba...

 A un ritmo lento nuestra retina captaba la imagen y la profundizaba... Queríamos devorar la esencia del árbol y ser el árbol... La materia se había secado y la aborrecíamos, queríamos llegar al espíritu del árbol... Éramos los discípulos de Liszt, Wilde, Hegel, Schelling o Platón. Éramos los que apoyábamos la cabeza en la mano con la mirada distante, soñando mundos imposibles o posimposibles. Disfrutábamos de esa magia del arte, de esa locura que nos mantenía vivos... Queríamos elevarnos sobre la materia frustrante y vacía y volar en nubes de ilusión...

 Si Joe, todo el mundo aborrece a los románticos (románticos de esos del Romanticismo, no los que regalan flores y dan besos), incluso nosotros mismos nos aborrecemos cuando sacamos nuestro lado más "material", no es viable estar absorto todo el tiempo al fin y al cabo... Te conozco de hace tiempo y sé que también eres un idealista a tu manera, un elegante Dandy con su foulard y su ropa negra o morada/violeta, sus creencias rompedoras, etc... Espero que por ello comprendas mejor lo que te quiero decir...

 -Oh de veras me acuerdo... Y sigo siendo así aunque no nos vemos mucho... Siempre me amé y fui mi propio Dios y mi propio Duce (los fascismos siempre me parecieron muy estéticos)... Hasta que determinadas vivencias rompieron mi mundo y eso... Supongo que, como decía Heráclito, todo fluye y yo tuve que dejar paso a mis alter-egos como Napalm por ejemplo, y luego a alguno más lejano que quizás ya no esté tan relacionado conmigo como Tyler o tú mismo... Dime, hombre sin nombre, después de tanto andar por tan variadas rutas que conclusión sacas?

 -Creo que en cierto sentido estoy en el mismo lugar... este nihilismo que intento pintar con lo mejor que puedo dar... con lo que creo que soy... Todo desde aquel día en el que la muerte me persiguió estando yo totalmente con los pies en la tierra. 

 Siempre pensé demasiado como para estar seguro ahí, entonces me adentré en los peligrosos bosques del pensamiento, donde ese temible lobo mortífero me persiguió. Muy pocos somos los que allí entramos arriesgándonos a encontrar la verdad, nos suelen llamar filósofos. Enloquecí huyendo de eso, al principio herí al lobo y casi lo venzo pero el fue más constante... Finalmente llegué a un precipicio donde él me acorraló. Abajo del precipicio me esperaba un montón de piedras dispuestas usurpar la tarea del lobo pero preferí saltar, tenía mucho miedo (sí, lo admito). Salté y las piedras desaparecieron, y donde quedo el vacío apareció un cielo azul lleno de nubes a las que me agarré... Las nubes eran mucho más consistentes que cualquier árbol que pudiese trepar allí...

 Sé que me criticarás (como yo me critico muchas veces) por todo esto Joe, pero también lo comprendes en el fondo. Ahora Yo soy el que controla tu ex-cuerpo mientras tu espíritu vaga por Birmania... Que piensas que depara el futuro? Nubes, tierra o nada?

-¿Cómo saber eso?.. Si al final... ninguno de nosotros supo nada. Puede que ahora el objetivo sea volver al bosque y derrotar por fin a ese lobo que huele el miedo, pero huirá de tu nuevo valor cuando bajes tus nubes a la tierra. En cuanto a ellas... todo el mundo tiene las suyas, incluso las cosas más habituales están sostenidas en nubes (unos piensan sobre ellas, otros no... pero las tienen).

"Acto seguido el espíritu de Joe se disolvió en la atmosfera de Birmania esperando a los transeúntes que intentan conocer ese sentimiento al que el humano se empeñó en poner nombre..."

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