Juego abierto hasta el crepúsculo...
Partiré hacia el principio ahora:
La estrella principal se retira del escenario
porque sabe que hay una atracción mejor, aunque menos importante,
que brilla sobre el telón de fondo negro.
Y aun su innegable claridad no consigue
iluminar el camino de bajada.
Algún actor secundario móvil la ayuda aportando las luces largas para
iluminar el camino de bajada.
Se pueden ver las butacas laterales
como en todos estos teatros naturales,
aunque en este acto
no se ven sus espectadores,
pero se oyen.
Se oyen y ni siquiera hay que escuchar
para darse cuenta del correteo
que emiten con sus piernas
sumado a al grito infernal
de uno de ellos.
Es lo que tiene la naturaleza...
Y sigo viendo la obra tranquilo hasta el final.
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