martes, 13 de diciembre de 2011

¿Y ahora cómo le llamo yo a esto?

-Ay, Padre, desearía esto que no és
y no porque vaya a estar mejor,
soy Joe pero las demás personas también tienen sus nombres...

El gato se cae al agua
el gato se cae al agua
mi mano no llega al gato
el gato cayó al agua

Pero dime, Padre, aunque se haya caído,
¿podrá salir verdad?
Padre, yo bien sé, de corazón, que me precipito
en la radicalización de mis pensamientos y acciones, pero hoy quiero pensar,
y he pensado que por qué no iba el gato a salir a la superficie.


La mano que alimenta
La mano que ama y siente
La mano que te acaricia
y enciende el fuego de tu corazón
La mano que atraviesa el agua


El gato salió del agua...

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